Un Océano Azul se define en contraposición con un océano rojo. Éste es un escenario que conocemos por ser el más habitual: Varias empresas compiten entre sí por el mismo nicho de mercado, ofreciendo o bien un precio menor o bien un valor diferente.
Como la lucha entra los competidores es para prevalecer sobre los demás, se designa con el color rojo de la batalla entre ellos.

Por tanto, un oceáno azúl es aquel en el cual el nuevo nicho creado, es tan nuevo que no existe la competencia o es tan baja que no importa que no es una oposición.
El primer punto de diferencia con respecto a un océano rojo es que no se busca vencer a la competencia sino que ésta no tenga importancia, que no haya lucha.

En lugar de decidir entre un bajo coste o una diferenciación lo que se pretende es estudiar como maximizar el valor aportado al cliente eliminando lo innecesario para minimizar los costes.
Con ello se consiguen los dos objetivos: dotar el cliente de una oferta mejor y conseguir que nuestro beneficio aumente a través de que el coste del producto o servicio es menor.

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