European Innovation Scoreboard 2020 destaca que el rendimiento de la innovación de la UE continúa aumentando a un ritmo constante, con una creciente convergencia entre los países de la UE. En promedio, el rendimiento de la innovación de la UE ha aumentado un 8,9% desde 2012. El rendimiento aumentó en 24 países de la UE desde 2012, con los mayores incrementos en Lituania, Malta, Letonia, Portugal y Grecia.

Suecia sigue siendo el líder en innovación de la UE, seguido de Finlandia, Dinamarca y los Países Bajos. Este año, Luxemburgo (anteriormente un innovador fuerte) se une a los líderes de la innovación, mientras que Portugal (anteriormente un innovador moderado) se une al grupo de innovadores fuertes.

El estudio de este año está marcado por la retirada del Reino Unido de la UE. Esto ha tenido un pequeño impacto en el desempeño promedio de innovación de la UE.

A nivel mundial, la UE ha superado a los Estados Unidos por segunda vez. La UE continúa teniendo un liderazgo en desempeño sobre Estados Unidos, China, Brasil, Rusia, Sudáfrica e India. Desde 2012, la brecha de desempeño de la UE con Corea del Sur, Australia y Japón ha aumentado, mientras que el liderazgo de desempeño de la UE en los Estados Unidos, China, Brasil, Rusia y Sudáfrica ha disminuido.

Por su parte, España también sube su registro pero continúa dentro del grupo de innovadores moderados y por debajo de la media comunitaria. En la categoría donde se encuentra España (innovadores moderados) se sitúan también la República Checa, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Eslovaquia y Eslovenia, mientras que los "innovadores modestos" son Bulgaria y Rumanía, que están por debajo de la mitad de la media europea.

En España, la innovación ha mejorado con el tiempo con respecto a la media europea, salvo el decline temporal registrado en 2014 y 2015.

Los puntos fuertes en España incluyen un entorno favorable a la innovación, los recursos humanos (formación de graduados superiores) y los impactos en el empleo (empleo en ciertas empresas y actividades).

España obtiene una alta puntuación además en graduados de nuevos doctorados, ventas de innovaciones de productos nuevos, penetración de banda ancha y población con estudios de educación terciaria.

Sin embargo, sus puntos más débiles incluyen las inversiones en investigación y desarrollo y las asociaciones entre firmas innovadoras.

En un nivel bajo se sitúan también las exportaciones de servicios intensivos en conocimiento, las pymes que desarrollan productos o procesos innovadores o los gastos en I + D en el sector empresarial.

España supera a la media de la UE en algunos aspectos, como el nacimiento de empresas de diez empleados o más, la tasa de empleo en servicios y el cambio medio anual en PIB, pero queda lejos en otros, incluido por ejemplo el porcentaje de empresas que más gastan en I + D por cada diez millones de habitantes o la cuota de empleo en industria manufacturera.

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