El informe subraya cómo los cobots están democratizando el acceso a la automatización, al tiempo que redefinen la relación entre las personas y las máquinas en los entornos productivos. Según los datos recogidos, el 93% de los líderes industriales europeos prevé que al menos un 10% de su plantilla trabajará codo a codo con robots colaborativos en la próxima década, y un 47% estima que esa proporción alcanzará una cuarta parte de los empleados. En el caso de España, el optimismo es incluso mayor: el 91% de las empresas considera factible automatizar más del 10% de sus operaciones con cobots, y el 48% cree posible superar el 25%.

Lejos de limitarse a las grandes plantas manufactureras, los cobots están ganando presencia en sectores como la alimentación, la logística o la electrónica, integrándose como una herramienta cotidiana en los procesos de producción. Esta expansión responde no solo a la búsqueda de eficiencia, sino también a la necesidad de resiliencia empresarial en un entorno marcado por la inestabilidad geopolítica, la inflación y la escasez de mano de obra cualificada. A diferencia de los sistemas robóticos tradicionales, más costosos y rígidos, los cobots permiten a las organizaciones adaptarse con agilidad a ciclos de producción cortos, demandas variables y procesos altamente personalizados.

Uno de los hallazgos más reveladores del informe es el cambio de percepción respecto al impacto laboral de la automatización. Más de la mitad de los encuestados considera que la robótica generará más empleo del que eliminará de aquí a 2030; en España, esta visión positiva es compartida por el 61% de las empresas. Frente al temor tradicional a la destrucción de empleo, prevalece ahora una visión en la que la automatización libera a los trabajadores de tareas repetitivas o físicamente exigentes, abriendo nuevas oportunidades en ámbitos como la programación, el mantenimiento, la ingeniería o el control de calidad.

En definitiva, el informe describe una Europa que avanza decididamente hacia un modelo productivo más inteligente, sostenible y conectado, donde tecnologías como los cobots, la inteligencia artificial y el análisis avanzado de datos están redefiniendo los cimientos de la industria. En este nuevo escenario, la automatización no desplaza al trabajador, sino que amplía sus capacidades, empoderándolo y convirtiéndolo en un agente activo de la transformación tecnológica.

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