En el nuevo campus de Imperial College London en el oeste de Londres, algunos techos pronto tendrán paneles “biosolar” de color verde brillante cubiertos de algas. Las plantas extraen dióxido de carbono del aire y producen oxígeno fresco a una velocidad 100 veces más rápida que los árboles que cubren la misma cantidad de tierra, y luego los microorganismos microscópicos se pueden recolectar para utilizarlos en los alimentos.

“La llamamos ‘Hoja de BioSolar'”, dice Julian Melchiorri, CEO de Arborea, la compañía que diseñó la nueva tecnología. “Utiliza energía solar, pero en lugar de convertir la energía solar en electricidad [como un panel solar], convertimos la energía solar en alimentos”.

Melchiorri dice que las microalgas ya se utilizan en alimentos, pero los nuevos paneles utilizan un proceso de producción patentado que hace que el cultivo sea menos costoso, más escalable y que resulte en un producto de mayor calidad.

“Nuestro nuevo campus es un sitio de zonas industriales abandonadas, y eso significa que será difícil cultivar árboles para que se pongan verdes”, dice Neil Alford, director asociado del Imperial College de Londres. “Pero lo que podemos hacer es usar esta tecnología para suplantar a los árboles. Tendremos la capacidad de generar oxígeno dentro de Londres, lo cual no es una mala idea, pero podemos hacer algo que, por área, producirá quizás 100 veces más oxígeno que los árboles”. Las algas naturalmente absorben CO2 y liberan oxígeno más rápido que otros organismos fotosintéticos, y el sistema de crecimiento de paneles hace posible realizar este proceso en cualquier lugar. “Puede colocarlos en los costados de los edificios o en los techos de los edificios, y eso es algo que nos interesa”.

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